Por décadas, las y los profesores de Chile cargaron con una herida abierta: la deuda histórica que afectó su calidad de vida y vulneró sus derechos durante la dictadura. Hoy, el Gobierno del Presidente Gabriel Boric da un paso decisivo para saldar esta deuda, honrando un compromiso largamente esperado por miles de docentes y sus familias. Este es un acto de justicia, un reconocimiento a quienes han dedicado su vida a formar generaciones de chilenos y chilenas.
La deuda histórica no solo representa un perjuicio económico, sino también moral y político. Durante la dictadura, el traspaso de la educación pública a las municipalidades desconoció el aumento salarial decretado para los profesores, reduciendo sus ingresos y pensiones. Desde entonces, generaciones de docentes lucharon por el reconocimiento de esta injusticia. Hoy, tras décadas de lucha, esa reparación comienza a materializarse.
El Gobierno ha presentado una propuesta concreta, viable y, lo más importante, validada democráticamente. Más del 82% de los docentes afectados respaldaron esta iniciativa en una votación organizada por el Colegio de Profesores. Este consenso refuerza el espíritu de diálogo y participación que caracteriza al Gobierno, marcando un hito histórico en la relación entre el Estado y el gremio docente.
La propuesta contempla un pago único de 4,5 millones de pesos reajustables por persona, en dos cuotas, priorizando el pago a los docentes de mayor edad.
El pago será transmisible a los herederos, en aquellos casos en que los titulares beneficiarios de la reparación fallezcan durante el periodo de pago que les corresponda. Este mecanismo asegura que ninguna familia quede desprotegida, reconociendo el sacrificio de quienes no alcanzaron a ver esta justicia en vida.
Este avance no es solo una solución económica; es un acto de respeto y dignidad hacia los profesores y profesoras de nuestro país. Muchas de ellas, mujeres que durante décadas enfrentaron no solo la precariedad laboral, sino también la discriminación de género, fueron las más afectadas. Al saldar esta deuda, Chile reconoce el rol fundamental de los docentes en la construcción de nuestra sociedad.
Desde la Región de Coquimbo, este paso marca un nuevo horizonte para la educación pública. Es tiempo de cerrar heridas, honrar el legado de las y los profesores y construir un sistema educativo que valore y respete su labor. Aún queda mucho por hacer, pero hoy avanzamos con dignidad hacia un país más justo y solidario.
En nombre del Gobierno y de nuestra región, agradezco profundamente la perseverancia de los docentes que nunca dejaron de luchar. Este acto de justicia no borra las décadas de espera, pero sí nos acerca a un país que reconoce a quienes lo han construido con esfuerzo y compromiso. Chile salda su deuda histórica con los profesores, y con ello, fortalece su compromiso con la educación y el futuro.
Por Paulina Mora Lara, Seremi de Gobierno de la Región de Coquimbo