m
Noticias Recientes
HomeDestacadosDespidiendo al soldado valiente

Despidiendo al soldado valiente

Este 25 de febrero en el Cementerio Municipal de Ovalle, fueron despedidos los restos de Ivar Rojas Ravanal, un Luchador incansable por la democracia y la justicia Social, un soldado valiente, que se opuso al golpe fascista  Cívico Militar del dictador Augusto Pinochet, un soldado consecuente con la doctrina Schneider, fiel a la constitución en que juró defender la Democracia y la paz en nuestro país, los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos, hasta siempre compañero: Ivar Rojas.

A continuación  les entregamos una nota que apareció en Lemonde Diplomatique, edición chilena.

Oportunos son los versos de un himno creado por Quilapayún, para despedir a un soldado valiente, a Ivar Rojas Ravanal, estrofas que nos acompañan y enriquecen la memoria histórica del pueblo, “recordando al soldado valiente, cuyo ejemplo lo hiciera inmortal, enfrentemos primero a la muerte, traicionar a la patria jamás”.. Como suele suceder con los héroes y heroínas anónimos, estos se despiden de esta vida terrenal tal como vivieron, poseedores de una consecuencia sin límites a sus valores y principios, dejando un testimonio, una huella para las generaciones que vienen, reclamando a través de su ejemplo su validez y vigencia, porque esas ideas guiaron la decisión consciente de oponerse al golpe de estado de 1973 valientemente, desafiando el poder y la violencia de los mandos militares que traicionaron y reprimieron a su pueblo.

La muerte de Ivar como la de quienes se fueron antes, es la de una generación de revolucionarios combatientes y luchadores sociales que se van en el anonimato, sin honores ni reconocimientos oficiales, señalando que las cosas en nuestro país están mal hechas. Porque la democracia post dictadura nunca reconoció la valentía de estos soldados del pueblo, ni los aportes de los y las combatientes del pueblo, otorgando en cambio impunidad y reconocimiento a quienes derrocaron o ayudaron a derrocar, a un gobierno democrático, elegido democráticamente por su pueblo. Impunidad que, defendida y guiada por esos cultores del odio, permitió que se apropiaran del país, practicando una política corrupta alejada de la ética y que no acepta la memoria histórica, porque allí está la verdad de lo sucedido hace más de cincuenta años.

Ivar se fue como ya lo hicieron parte de sus compañeros dejándonos el tremendo mensaje, para las mujeres y hombres buenos de este país, un mensaje de optimismo para unirse y así romper con este círculo vicioso y corrupto que nos domina. Los chilenos agradecidos y agradecidas de su compromiso y de quienes entregaron sus vidas luchando en contra del terrorismo de estado, reconocemos que fue su lucha lo que hizo posible que hoy vivamos en plena y gozosa libertad.

Finalmente depende de nosotros que la historia recuerde que en el pasado hubo políticos y gobernantes valientes como Salvador Allende, que en Chile hubo militares de distintas ramas de las FFAA, quienes nos opusimos al golpe civil militar de 1973, que somos la prueba viviente de que es posible no cumplir órdenes ilegales o anticonstitucionales, ordenes que, en adelante, significaron atormentar, perseguir y asesinar a personas por el solo hecho de pensar distinto.

Nos embarga una gran tristeza por la muerte de nuestro querido compañero Ivar, es una gran tristeza, mezclada con un agudo dolor, en lo personal, pareciera que muriese un sueño, que quedaran cosas pendientes, inconclusas. Y más aún con la muerte de estos hombres silenciosos y grandes, por su espíritu y ejemplos de vida, pareciera que el lamento de nuestro pueblo y sus esperanzas reposaran truncadas en la gris soledad del abandono.

Pero bueno, querido hermano Ivar, seguiremos pensando que este camino no termina aquí, porque todos los días hay que luchar por que ese amor a la vida se transforme en hechos concretos, en actos que sirvan de ejemplo, Y continuaremos pensando como el Che, temblando de indignación cada vez que se comete una injusticia en el mundo y cada vez que en cualquier rincón del mundo se alce una nueva bandera de libertad.»

Enrique Villanueva M.

No comments

leave a comment