Un reciente estudio revela como el alga parda Macrocystis pyrifera, presente en la región subantártica de Chile, enfrenta los desafíos del cambio climático adaptándose a un entorno cada vez más adverso.
Evaluar la respuesta ecofisiológica de Macrocystis pyrifera ante las condiciones generadas por el derretimiento glaciar en Fiordo de las Montañas- región de Magallanes-, es el objetivo del reciente estudio publicado en Journal of Applied Phycology. Una publicación liderada por la investigadora doctoral de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad Católica del Norte (UCN), Diana Coral- Santacruz, con la tutoría de la profesora titular del Departamento de Biología Marina UCN, Dra. Pilar A. Haye, y del profesor titular de la Universidad de Magallanes (UMAG), Dr. Andrés Mansilla.
- pyrifera, conocido como huiro, es una especie de alga gigante que forma extensos bosques submarinos en la región subantártica de Magallanes, en Chile. Estos bosques desempeñan un papel fundamental en el ecosistema marino, proporcionando hábitat y nutrientes para numerosas especies. La investigación revela que, pese a las dificultades derivadas del derretimiento de glaciares —incluyendo la reducción de la luz, cambios en la salinidad y variaciones en la temperatura del agua—, el huiro ha desarrollado capacidad de adaptación.
Durante el desarrollo de la investigación, el equipo midió parámetros fotosintéticos y analizaron concentraciones de pigmentos en diferentes poblaciones de M. pyrifera en tres puntos estratégicos de la región: el Glaciar German, una zona de alta turbidez y fuerte derretimiento glaciar; el Glaciar Bernal, con una influencia glaciar moderada; y la Isla Jaime, un área de control con mínima influencia glaciar. La comparación entre estos puntos permitió a los investigadores observar cómo el huiro en las zonas más afectadas ha adaptado su fotosíntesis en las partes superiores de su estructura.
Los hallazgos muestran que M. pyrifera no solo sobrevive en condiciones adversas, sino que adapta sus procesos fotosintéticos para optimizar la captura de luz y compensar las limitaciones impuestas por el entorno. Esta adaptación es crucial para la resiliencia de los bosques submarinos de huiro, que son esenciales para el equilibrio ecológico de la región subantártica.
“Estos bosques submarinos son vitales para la biodiversidad marina, y la capacidad del huiro de adaptarse al cambio climático nos ofrece una luz de esperanza sobre la resistencia de estos ecosistemas”, comenta la estudiante de doctorado UCN e investigadora principal del estudio, Diana Coral- Santacruz. “Sin embargo, esta resiliencia tiene límites, y el estudio resalta la urgencia de proteger y monitorear estas áreas vulnerables”, destaca.
“El estudio de la respuesta de los organismos al cambio global es crucial para el manejo y conservación de las poblaciones naturales. Las amenazas a las que están expuestas las poblaciones naturales afectan la capacidad de persistencia de las poblaciones en el rango de distribución, y no todas las especies responden de igual manera”, indica la directora alterna del Instituto Milenio en Socio-Ecología Costera (SECOS), Dra. Pilar A. Haye. “El alga Macrocystis pyrifera tiene una distribución geográfica muy amplia en el planeta, habitando zonas contrastantes y siendo un buen modelo para estudiar la respuesta a diferentes condiciones”, añadió la también investigadora del Laboratorio de Diversidad Marina (LADIMAR) de la UCN.
Por su parte, el investigador del Laboratorio de Ecosistemas Marinos Antárticos y Subantárticos (LEMAS) de la UMAG y del Centro Internacional Cabo de Hornos (CHIC), Dr. Andrés Mansilla, señala que “este trabajo no solo proporciona una visión detallada sobre el impacto del cambio climático en especies clave de la región, sino que también establece una base sólida para futuros estudios a largo plazo que permitan monitorear la evolución de estos ecosistemas frente a las variaciones climáticas”.
El estudio, titulado “Efectos del derretimiento glaciar sobre el desempeño fisiológico de Macrocystis pyrifera en el Fiordo de las Montañas, ecorregión subantártica de Magallanes, Chile”, también contó con la académica UMAG e investigadora postdoctoral CHIC, Dra. Johanna Marambio. Igualmente, integraron el equipo los estudiantes de doctorado UMAG-CHIC-Instituto Milenio BASE, Fabio Méndez y Francisco Bahamonde.