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Firman convenio de colaboración para apoyar trabajo en favor de infancias vulneradas

El acuerdo de colaboración permitirá que estudiantes en práctica refuercen la labor que realiza Fundación María Ayuda, acogiendo a niños, niñas y adolescentes que han sido maltratados.

En un esfuerzo por fortalecer la labor de acogida y cuidado de niños, niñas y adolescentes maltratados y en situación de vulnerabilidad, que realiza la Fundación María Ayuda en Ovalle, a través de su residencia “San José”, es que se firmó un convenio de colaboración con las instituciones de educación superior Santo Tomás. Una alianza que permitirá que estudiantes en práctica se unan al equipo de la fundación para brindar apoyo y asistencia a aquellos menores que han sido vulnerados en su dignidad y derechos.

Por otra parte, al firmar este acuerdo se formaliza la relación de cooperación que ambas instituciones mantienen hace un tiempo, con la realización de prácticas laborales de estudiantes del área social, al mismo tiempo que se amplían las posibilidades de intervención con otras carreras el establecimiento.

Así lo manifestó Natalia Cortés, directora del área social de Santo Tomás, sede Ovalle, quien dijo que “la importancia de este convenio es que vincula a Santo Tomás con fundación María Ayuda para el desarrollo de proyectos colaborativos, centros de práctica, oportunidades laborales”.

A la vez, la docente contó que si bien, este convenio se firma con el área social de Santo Tomás, busca generar un lazo con “otras carreras, donde puede entrar, salud, educación, administración, informática, gastronomía, todas las áreas que tenemos en la sede para aportar nuestro granito de arena a la infancia”.

En cuanto a la experiencia de los estudiantes que ya han realizado su práctica profesional en la residencia San José, Cortés dijo que esta “ha sido bastante exitosa, porque nos permite medir el nivel de logro de nuestro perfil de egreso, porque los estamos preparando para hacer frente a las realidades demandantes que tiene una institución como María Ayuda.  Gran parte de nuestros estudiantes se quedan vinculados, trabajando y es un excelente espacio donde la teoría se combina con la realidad y el estudiante se puede desenvolver de manera exitosa”.

Por su parte, Alejandra Parra Huerta, directora de la residencia San José, se manifestó muy satisfecha con la firma de este convenio “porque formaliza el vínculo que ya tenemos con la institución y nuestra residencia”, y que en el tiempo ha significado que “la mayoría de nuestras tutoras sean alumnas que han hecho su práctica en nuestra residencia y se han quedado trabajando con nosotros”.

Esto porque, según comenta la directiva, los alumnos de Servicio Social “salen con experticia, tienen conocimientos y herramientas blandas” que les permiten desenvolverse, “porque es difícil trabajar en una residencia, ya que los niños tienen un perfil de complejidades en cuanto al área de salud mental”.

Al mismo tiempo, Parra dijo que “contar con alumnas en práctica es de un gran apoyo, porque ellas realizan funciones de intervención directa, tanto con niños, familia, comunidad. Nosotros contamos en la residencia con una dupla psicosocial, sin embargo, para toda la labor que se debe realizar en el área técnica, es de un gran aporte que las alumnas estén; ellas realizan informes diagnósticos, intervenciones, coordinaciones con instituciones, visitas domiciliarias, participaciones en audiencia”.

Todo esto se enmarca el objetivo que tiene María Ayuda de acoger a niños, niñas y adolescentes vulnerados en su dignidad y derechos, en situación de maltrato, abuso y abandono, para sanar sus vínculos y reinsertarlos en un ambiente familiar, en el menor tiempo posible. Pero, si no existen las condiciones para ello, preparan a los jóvenes para la vida independiente.

Por este motivo, el apoyo que entregan las estudiantes es muy valorado por Alejandra Parra, ya que va en beneficio directo de los 15 niños de la residencia que tienen edades entre los 6 y 12 años.

Por último, la profesional dijo que quienes “han realizado la práctica y se han quedado trabajando con nosotros, realizan labores de tutores, que es acompañar al niño, ayudarlo; como ellas ya han realizado su práctica tienen las herramientas para realizar una contención emocional, y entregarle herramientas al niño para una autorregulación, además los acompañan en actividades recreativas y son partícipes de la rutina cotidiana que tiene cada niño”, concluyó.

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